lunes, 7 de febrero de 2011

Morder y engullir.

Duro. Siempre es duro. Y los lunes más. No me cuesta nada poner los motores a toda máquina, de verdad. Lo que más me fastidia es tenerlos a tope de revoluciones y tan pronto. ¿Que por qué? Fácil. Porque tengo la sensación de que los demás van lentos. Demasiado lentos. En todo. Y eso me pone de mala leche, lo que pasa es que lo disimulo.Y lo hago bien. Ellos no tienen la culpa de que mi jornada empiece en plena noche. Me da apuro que los demás tengan que sufrir mis "malas vibraciones" si se diera el caso, claro. Por eso me muerdo la lengua más de lo que debiera y en consecuencia me engullo todo atisbo de mal genio matutino. Por educación, más que nada. Pero constato una y otra vez que hay personas que son incapaces de hacerlo. Morderse y engullir. No se muerden ni la lengua ni la vergüenza. Y no engullen ni su orgullo ni su soberbia estupidez. Allá ellos. A mi me va bien así y no voy a cambiar ahora de modelo, que odio hacer papeles y echar instancias. Demasiado lío tengo yo los lunes como para andar calentándome la cabeza por la absoluta parsimonia e ineficacia que tienen algunos por costumbre practicar. Indistintamente del horario en el que se encuentren. Y es que he podido observar cómo hay gente que se parapeta habitualmente tras un ridículo escudo de acritud, sequedad y agriez bajo el pretexto de que "ser así" confiere una garantía de profesionalidad. Y una leche. Os puedo asegurar de que se puede estar de buen rollo, de lunes, muy pronto por la mañana y dar buenos resultados. Solo es sentido común, el menos común de los sentidos. Y eso que empezar el día sabiendo demasiado tampoco contribuye al correcto comienzo de la semana. Gary Moore ha muerto. Menudo mazazo. Y lo ha hecho en España, al menos ha tenido buen gusto el tío. Hablando de muertos: 21 personas han fallecido este finde en las carreteras. Ya les vale. Exceso de todo. Alcohol, velocidad y despiste. Según el departamento de espionaje francés, hay un centenar de personas europeas que han sido entrenadas por Al Qaeda para perpetrar atentados en su país de origen. Ah! Qué bien. Menuda tranquilidad, ¿no? Gracias por avisar, todo un detalle. El 15 % de los turistas que visitan Mallorca dicen haber sufrido acoso sexual. Que no beban tanto, coño, y sabrán lo que se hacen. Los unos y los otros. Los empresarios de Baleares son los que más dificultad ven a la hora de salir de la crisis. Hoy el "presi" se reune con ellos, patronal y sindicatos. Yupi. Y asi un suma y sigue que pa qué. Por eso te digo que a pesar de todo no hace falta ir por la vida de "a la mierda", "menudo asco todo", "no puedo más", que motivos para hacer balconing tenemos todos. Lo que pasa es que como casi todo en la vida, hay que relativizar. Yo por ejemplo, me conformo con muy poco. Nunca espero demasiado de nadie y por eso me alegro fácilmente. Llámame simplona. Mis células del "buen rollito" se regeneran con cierta facilidad y no voy a disculparme por ello. Y todo esto lo espeto porque hoy una persona me ha dicho que estoy demasiada contenta, alegre y feliz de buena mañana (véase las 08.30 a.m). Que no es normal. ¿Normal? ¿Y qué lo es? ¿Estar escupiendo hiel a todas horas bajo un falso manto de responsabilidad y seriedad? Pues yo digo que no. Y que no. Y que no. Además no tengo culpa alguna de ser como soy. Ni cambiar quiero.

Fotograma de la película "Enredados" de Disney.
Soy como Sergi López, me río de todo y con todo. Y no lo puedo evitar. Además pienso que vale la pena vivir, aunque solo sea para poder ver la nueva peli de Disney "Enredados". Maravillosa. Lo más cercano a la vida real, pero en bonito. Una mala, muy mala . Una chica que a pesar de todo siempre está de buen humor. Un chico travieso y apuesto que lo enreda todo.Un conflicto, una trama trepidante y un final feliz. Me encanta. Como yo misma, que a pesar de todo, como perdices. Y a quien no le guste: que se joda. ¡Queria decir "que haga yoga"! Eso si, los madrugones hacen que confunda las palabras. No se puede ser perfecta.

lunes, 24 de enero de 2011

El día más terrible

El peor día del año para el estado de ánimo. Hasta eso se puede calcular de forma matemática. Que si, que si, lo que yo te diga. Si ya existe una prueba del embarazo que además te dice de cuántas semanas estás, si con solo mirar una aplicación en tu móvil eres capaz de saber en qué calle y ciudad se encuentra tu novio y si gracias a la tecnología facebook ya no se te pasa ni un solo cumpleaños por alto...¿por qué nos sorprendemos que el doctor Cliff Arnalls, profesor de la Universidad de Cardiff haya dado con la piedra filosofal y tenga en su poder una fórmula mágica para poder calcular las peores 24 horas del año en curso? O dicho de otra manera, el peor día del 2011. Pues resulta que va a ser hoy. Y aquí estoy intentando tomar el pulso a la rabiosa (nunca mejor dicho) actualidad para comprobar de primera mano si es cierto que hoy se han alineado todos los astros para que la gente esté de peor humor, menos sonriente, más quisquilloso, y menos receptivo. De entrada lo que he podido constatar es que en el transcurso de la primera parte del día, la vida tampoco ha cambiado tanto. La gente con la que te cruzas habitualmente en nuestros quehaceres cotidianos siguen con la misma expresión que fluctúa entre el pensamiento "es lunes" o "hace frío" o "llego tarde". Tampoco es que sean la alegría de la huerta. Y eso que yo sonrío por defecto. A veces tengo la sensación de ir contracorriente. Ellos (los demás) o no saben sonreír, o lo guardan para los domingos. Alguien exclamará, tal vez no tengan motivos para hacerlo o sencillamente no van demostrando sus mejores sentimientos así porque sí. También es verdad. Bueno, el caso es que éste señor a conseguido la atención internacional sobre su sorprendente descubrimiento. Y ¿cómo lo ha hecho? os preguntaréis. Pues nada más sencillo. Ha conjugado letras y números hasta crear ésta fórmula y valores:
1/8C+(D-d) 3/8xTI MxNA. Tranquilos que todo tiene una sencilla explicación. Cada letra tiene un significado coherente. La C mayúscula el cambio climático, la minúscula, las deudas, la T el tiempo transcurrido desde navidad, la I , el intento fallido de dejar un mal hábito, y para que no todo sea negro oscuro, ha añadido la M de motivación y la Na, o lo que es lo mismo: la necesidad de actuar. Y con todos éstos factores reconocibles el muy espabilado ha podido calcular que todo apunta que hoy es el día H. De Horror. Pues que quieren que les diga. Yo veo que el lunes ya de entrada me pone de mal humor, como a casi todo el mundo ¡qué descubrimiento!. El hecho de estar casi a final de mes tampoco es que me ayude a estar contenta. Mi cuenta del banco me dice: insert coin! He visto unos zapatos preciosos y me tendrán que esperar tristes en su estante a que llegue la nómina.


Hablando de cobrar. Eso si es que me queda algo de la paga, porque efectivamente, a pesar de todo, un año más me he pasao con los regalos, el teléfono móvil y las salidas. Tranquila el mes de febrero es más corto. Pues no oigan, se me hace eterno. Y eso que creo que estoy bien motivada. De hecho más de lo que esperaba. Pero escuchando los datos arrojados por los gobiernos, el estatal y el autonómico, de la marcha hacia una supuesta recuperación económica, me ha inyectado buen rollito. Como un chute de botox, pero de ilusión. Qué tonta. ¡Me conformo con tan poco! Como siempre, poco necesito yo para pasar a la acción. Y he me aquí mirando a los ojos a la cajera del supermercado, la dependienta de la panadería, de la profesora de mi hija, del chico de la gasolinera, del vecino de enfrente, para intentar descubrir si están peor que otro lunes cualquiera. No. Todo está quieto y tranquilo. La única, o casi, que sonríe en el barrio soy yo. Pues será verdad que hoy es un día horrible. Pero no más ni menos que el último horrible lunes de cada mes. Pero hasta para eso existe solución. Vivir toda las semana con la ilusión de descubrir nuestra propia formula. La que te indica que estás vivo y que debes continuar hacia adelante y dejar las penas personales a punto de meter en la lavadora, que el Ariel puede con todo. Yo lo hago así. Y, créanme, funciona. Aunque no se crean. Iré a por los zapatos. Me cueste lo que me cueste.

jueves, 13 de enero de 2011

Cambio de ruedas

Espero que si. Que mi energía se haya renovado con el cambio de año. ¿Va de eso, no? Creernos y hacer creer a los demás que con la llegada de un nuevo año renovamos nuestros votos de la vida con el único objetivo de mejorarla. Es como parar en boxes. ¡Te inyectan, enchufan, insuflan, atornillan, te cambian las ruedas y te dejan marchar de nuevo! ¡Ala, tira guapa que tienes un buen trozo! Próxima parada: nochevieja del 2011, donde con toda probabilidad volveremos a repetir todos esos rituales tan necesarios para subsistir. Bien, pues así estoy yo. Lista para comerme el mundo. Again.
Me prometí que este año desaceleraría el ritmo de trabajo, pero con los tiempos que corren como para decir "no" a algo. Que prestaría (más todavía) atención a mi familia. Que no me metería en demasiados proyectos, ni líos varios. En fin, que no me multiplicaría por pi como hago habitualmente. Pero ya os digo que he fracasado. Lo admito. Y eso que sólo estamos a mediados de enero.
Ayer, sin darme apenas cuenta, me caí por un agujero sin fondo, que me ha tragado hasta la última gota. Claro que estas cosas me obligan a reflexionar. ¿Por qué no puedo conformarme con tener un maravilloso y precioso trabajo que me llena de satisfacciones y me suministra (no sin esfuerzo) algo de calderilla para ir pagando los montones de facturas que llegan a mi buzón cada semana? Pues porque no. Y no os creáis que sea por dinero. Soy capaz de liarme la manta a la cabeza y afiliarme a la más absurda de las actividades aunque ésta no sea para nada rentable. Aunque también compagino la radio con otros menesteres que aportan algún pequeño beneficio extra, pero ahí no está el quid de la cuestión. El quid de la cuestión es que soy una apasionada de las cosas y de la vida. Puedo quedarme horas observando una misma fotografía o escuchando cienes de veces una misma canción por el simple hecho de que me ha hechizado y eso a expendas de tener una pila de platos sucios por fregar, el aspirador por pasar o una entrevista por escribir. Lo reconozco, me hechizo fácil y rápidamente de las cosas y las personas y de la música y las situaciones...en fin de todo un poco. Y también reconozco que tengo la moral distraída cuando me encapricho con algo (he dicho algo, no alguien). Por todo eso me encuentro en los albores del 2011 con la maleta llena de proyectos e ilusiones lista para comenzar la carrera de fondo que dura unos ¿365 días? Tengo pilas de sobra, los que me conocen bien lo saben. A hacer muchas cosas nadie me gana. Aunque me asalten las mismas dudas de siempre de si seré o no capaz de hacerlas todas y bien, yo no aflojo. Y es que, como dicen por ahí, no estoy diseñada para una vida normal, aunque a veces la pida a gritos. Que no. Que me gusta ir contracorriente. Me gusta no coincidir en la mesa con mi pareja cada día a la misma hora. Me gusta que mis hijos me siganel rollo y se adapten a todo. Me gusta saber que mi perro,Watson, me quiere a pesar de que no le puedo devolver el amor incondicional que me profesa por falta de tiempo. Un tiempo que me prometí que administraría de mejor forma en el nuevo año. Más equitativo y justo. Equilibrado. Pues me temo que no. Viendo la agenda de esta semana veo que voy a fracasar estrepitosamente de nuevo. Tengo la vida cargada a tope. Full total. Por supuesto que hay prioridades y mis retoños son una de ellas, y esa persona que ocupa mi corazón y que lo alimenta cada día con su bondad y entrega, también. Pero hay compartimentos y actividades deluxe que literalmente se pegan por competir en mi vida. Y lo peor de todo: que me muero por correr en todas las carreras. ¿Será porque éste és "el año"? (dedicaré un post a "mi año" próximamente, el tema lo merece) Menos mal que existe Michael Bublé que me apacigua con su música. ¡Cómo me gusta éste tio, por Dios! Con sus canciones a toda caña, me relajo mientras piso a fondo...

Plus: sigue mi blog en http://sexoennuevablog.blogspot.com y no dudes en ir a ver el musical mallorquín 100% ILLAMOR en el Auditòrium de Palma del 19 al 23 de enero. Entrada: 45 euros en platea.


miércoles, 2 de junio de 2010

Ilusión está en la UCI

Un misterio. ¡Vaya si lo es! Misteriosiiiiiiiisimo. Me refiero al ¿qué pasará mañana? No sé mucho de política, creo. Pero si lo suficiente para saber que me muero de vergüenza de nuestra pasiva reacción general y de las contradicciones de los partidos. De ésta sociedad "anestesiada" que sólo se calienta en las sobremesas de vino y carajillos. De los que gritan a berrido limpio lo mal que se gestionan nuestros problemas, de lo corrupto que es todo, de lo pequeño que es el pastel y de los pocos que se lo reparten. Harta me tienen los que realmente pueden y deberían "invertir" en las buenas ideas de la gente. Que las tenemos. La gente y las buenas ideas. Ideas emprendedoras, no exentas de riesgo, ciertamente, pero con ganas de impulsarlo todo hacia adelante. Tenemos a la ilusión en la UCI.

Si sabes hacer galletas, ¡véndelas en tu barrio!

Como decía ayer una buena amiga "ésto no ocurre en otras latitudes". Hay lugares en los que si una sabe hacer galletas, se forra vendiéndolas. Si eres bueno cosiendo, montas una cadena de establecimientos especializado en dobladillos, arreglos y botones. Si eres avispado, puedes vender a la salida del campo de fútbol una revista recién impresa con las fotos de tus hijos chutando hace tan solo una hora en el campo. Si se te dan bien las manualidades, impartir clases para los críos en esas horas en que los padres buscan desesperadamente un lugar donde dejar a sus hijos para ir al trabajo. No sé, infinidad de posibilidades. Iniciativas propias que no dependen de nadie más que de nuestra voluntad de hierro para tirar para adelante. ¿De nadie más? No. Miento. Si que necesitamos a alguien. A los INVERSORES, a los "SPONSORS", a los BANCOS, a gente que maneja dinero que vaya a respaldar esa fabulosa idea que se te a ocurrido a ti y solo a ti, por simple hecho de que les gusta, y creen en ella. En tu proyecto. Y ¡vaya si tiras! Pero heme aquí, rodeada de gente como yo, con ilusión y sin coraje. Llenándome la cabeza de preguntas sobre el mañana. Un mañana que ya esta aquí, tocando a nuestras puertas. Y yo siento la necesidad de gritar: ¡ESTOY AQUÍ! ¡TENGO BUENAS IDEAS! ¡QUIERO SOBREVIVIR! ¡NECESITO RECUPERAR LA ILUSIÓN! Quiero ver a la gente sonreir. Salir de éste agujero negro. No podemos luchar contra la tempestad, pero si intentar salir todos juntos y reforzados de ella. Agarra mi mano, y yo a la del vecino, y éste al de enfrente. ¿No veis que así es más fácil levantarse y caminar?
Plus: Visitad la pagina de éstas mujeres que venden galletas: De Tartas y Tortas

lunes, 17 de mayo de 2010

el tipo más famoso

Hay días de esos. De los que dices, ¡a la mierda todo! Que sea lo que Dios (aunque no creas mucho en él) quiera! Y a veces quiere. Y otras menos. Y ¿qué podemos hacer? Nada. Pero mola darle la culpa de todo a alguien y si encima ese alguien es importante mejor. Como Dios. Que creo que es el tipo más famoso del mundo. El que está en boca de casi todos. Sobre todo cuando las cosas pintan mal, como ahora. Porque pintan requetemal. ¿No decían que "ésto" ya se estaba acabando? ¿Que el asunto empezaba a levantar cabeza? Pues no, oigan. Algunos se pasaron con los alucinógenos y hasta veían brotes verdes. Yo lo que veo es un campo lleno de minas, con malezas, cardos borriqueros, piedras, ortigas y hasta cactus de esos salvajes. A ver quién tiene cojones de pasarlo. Pues eso. Hay que llegar al otro lado del campo. Lo que no se sabe a ciencia cierta es si hay alguien intentando "limpiar" el camino. O al menos, si lo hay le sale mal de narices. Si al menos nos dieran unos zancos bien altos intentaríamos hacer malabarismos (¡que ya somos casi todos expertos!) para llegar, más o menos enteros. Pero ni por esas. Que no hay ni para madera. Hablando de materia prima, ésto tiene tela. Una tela, que por cierto, nos costará más. Y cobraremos menos, o igual, o no cobraremos. Pero más, nunca. De momento. Menos mal que ahí está Dios, siempre dispuesto a echarnos un cable. Perdón, ahora creo que lo que echa es cuerda, que no hay presupuesto. Espero que nadie la use para ponérsela al cuello. Tranquilos. Que de todo se sale, tarde o temprano. Pero ya estamos tardando demasiado. ¿Y si nos convertimos todos a los principios de la ciencia noética? Igual si nos sentamos en el suelo, rollo Na' vi , nos damos las manos y pensamos lo mismo, conseguimos cruzar el campo. El poder de la mente. No se. Es una idea. Como cualquier otra.


Plus: Gregg Braden, autor de algunos de los mejores libros que fusionan la espiritualidad y la ciencia. Vien a decir que hemos perdido el arte de orar. Oremos pues. Por probar, ¿verdad?

lunes, 26 de abril de 2010

llamadas

Si. Super. Guai. Las cosas van. Lentas pero van. Y eso es lo que precisamente te impulsa a seguir hacia adelante sin mirar atrás. No hay dolor. Cuando menos te lo esperas surge el todo de la nada más triste y honda. Hoy ha sonado el teléfono. No una ni dos veces, sino muchas, como siempre. Pero de entre todas esas llamadas DOS han sido muy importantes. DOS.Qué alegría oye. No te das cuenta y contestas con absoluta normalidad, casi me atrevería a decir con vulgaridad ese famoso "dígame" o "¿si?" protocolario, aburrido, repetitivo y cantarín. Y de repente algo ocurre que te pone en guardia y hace que cambies de actitud, postura, e incluso la voz, que de repente se entona más grave para darle empaque al asunto. ¡En garde! Ésto puede ser importante, piensas. Y es que en mi profesión éste tipo de llamadas son fundamentales. ¿Alguien puede imaginarse lo que cuesta el mundo de la producción radiofónica? No en dinero, sino en esfuerzo. Manda correos, llama por teléfono, la secretaria no está, si ella está el que ha salido es el jefe, ahora están reunidos, llame en una hora, mándeme un correo especificando su petición, no ha llegado nada, ah! si! se me había olvidado, le paso...No cogen la extensión. Y vuelta a empezar. Por eso cuando alguien se toma la molestia de devolverte la llamada para confirmarte algo te da un subidón, que parece que te han llamado de parte de La Moncloa invitándote a una recepción oficial y no para sujetar las bandejas de sofisticados canapés, precisamente. Ésto sería el resumen de la primera llamada importante. El asunto en cuestión es de calibre, pero ahora eso es lo de menos. Objetivo cumplido.



La otra llamada. Ésta es la que de entrada, cambia muchas cosas. Pero muchas. La que además de adoptar todas las posturas anteriormente mencionadas, te pone nerviosa. Porque tu interlocutor te está diciendo algo que te gusta y mucho. De repente todo tu pequeño universo gira precipitadamente a tu alrededor, te pone un nudo en el estómago que te sube hasta la garganta impidiéndole a tu voz sonar como debiera. ¡Hasta puede que se te escape un gallo! Y eso que tu de gallos entiendes mas bien poco o nada. Bueno, que es el compañero de la gallina, que es la mercancía favorita del Kentucky Fried Chicken y poco más. El caso es que, de repente, todos los ruiditos que conforman la banda sonora de tu casa, se convierten en el clímax del Adagio para cuerdas de Samuel Barber y te impiden escuchar y tu te vuelves loca apagando la radio, la tele, el microondas, y hasta el lava platos que en principio, era silencioso. Y tu deseas escuchar. Oírlo todo. No perderte nada porque aquello que dice tu interlocutor de repente se convierte en lo más importante que te han dicho por teléfono en semanas. Lo mejor del mes. O de la temporada. Administras la información tragando saliva desesperadamente. No te atreves a interrumpir la larga oración que te están espetando al oído. Degustas cada una de las sílabas. Alguien te ha recomendado. Les han pasado tu número. Y te han llamado para proponerte una cosa. ¿Habéis pensado en miiiiiiiiii? ¡Qué bien! Es una noticia magnífica, me habéis alegrado el año.

El resto de llamadas del día son de lo más común de los mortales. Tu amiga que te recuerda que el sábado has quedado con ella, los de Orange que te bonifican con un 20% de descuento en la factura del próximo año si no les abandonas (¿cómo saben que iba a hacerlo?), tu suegra para recordarte que cuenta contigo para bajar unas cajas, dos llamadas de tu hija mayor para que hagas de taxi, la llamada de rigor de tu marido para recordarte que llegará más tarde de lo previsto, los del videoclub para ver cuándo piensas devolver la película que alquilastes el sábado, la enfermera del dentista que te recuerda la fecha de visita, y dos o tres de los amigos de tus hijos. Normal. Todo normal. Menos esas dos llamadas. Las que han puesto en tu rostro una sonrisa digna de anuncio y que hacen que hoy haya sido un día menos vulgar que otro.

viernes, 23 de abril de 2010

brainstorming

Ideas. Tengo muchas. Un montón de ellas. De hecho estoy en plena tempestad. Yo solita. Sin necesidad de agruparme como ideó el genial Alex Faickney Osborn. Algunas serán buenas, pero creo que las malas ganan por goleada. Cuando digo malas no me refiero a que no sean ideas productivas, ni factibles, ni útiles y aplicables...no. Cuando digo malas ideas, quiero decir esas que te rondan la azotea, que se colocan en las dobleces de tu cerebro y te repican sin cesar. Te animan a pasarte al lado oscuro. Te incitan a regocijarte de solo pensar ¿qué pasaría si...? Esas ideas. Las que de pronto te hacen ver las cosas de otra manera. Las que te animan a salirte de la raya del dibujo. Las que te susurran, no pasa nada, ¡sá-lé-té! Y de pronto te das cuenta de que te apetece "salirte" y no solo del dibujo, sino de la página, incluso del libro entero. Romper con el stablishment y montártelo por tu cuenta.

La incertidumbre general que me rodea me agobia y me asfixia hasta el hastío. La falta de ganas. El Coraje. ¿Alguien lo ha visto? Creo que se ha fugado con Ilusión. Éstos también estaban hartos de la apatía general y han puesto tierra de por medio. No es éste un discurso victimista ni llorón. No. Lo que pasa es que tengo ideas. Y algunas de ellas creo que bastante buenas, por eso me ataca la "mala idea" de llevarlas a cabo. Si alguien ve a Coraje decidle por favor que vuelva que le necesito para poner en práctica todo ésto que me sucede. Seguro que sería un éxito. Estoy en una etapa muy creativa, pero no estoy segura de ser lo bastante original. Creo que me tengo que escapar a América, para encontrar uno de esos nuevos "modelos" a seguir. Nos metemos con ellos pero siempre son los primeros en abrir zanjas. Ideas frescas, dicen. Igual hasta me compran algunas. Quien sabe, las mías son del día. Al final vivimos de eso, de la compraventa. ¿Tu que vendes? Yo ahora mismo tengo un amplio catálogo de opciones que ofrecer. De todo tipo, tamaño, color y condición. Será la primavera. O la alergia, que me activa la materia gris tornándolo todo de luz multicolor. Y heme aquí rodeada de ideas. Mientras pienso qué hacer con ellas voy a ir clasificándolas en cajas que compré en el Lidel. Las más simplonas y del montón las meteré en la caja más grande, las que me parecen buenas opciones las meteré en la mediana, y las que sin duda son malas ideas las meteré en la caja pequeña. Creo recordar que lo mejor siempre va en en el tarro más pequeño, ¿verdad?