lunes, 17 de mayo de 2010

el tipo más famoso

Hay días de esos. De los que dices, ¡a la mierda todo! Que sea lo que Dios (aunque no creas mucho en él) quiera! Y a veces quiere. Y otras menos. Y ¿qué podemos hacer? Nada. Pero mola darle la culpa de todo a alguien y si encima ese alguien es importante mejor. Como Dios. Que creo que es el tipo más famoso del mundo. El que está en boca de casi todos. Sobre todo cuando las cosas pintan mal, como ahora. Porque pintan requetemal. ¿No decían que "ésto" ya se estaba acabando? ¿Que el asunto empezaba a levantar cabeza? Pues no, oigan. Algunos se pasaron con los alucinógenos y hasta veían brotes verdes. Yo lo que veo es un campo lleno de minas, con malezas, cardos borriqueros, piedras, ortigas y hasta cactus de esos salvajes. A ver quién tiene cojones de pasarlo. Pues eso. Hay que llegar al otro lado del campo. Lo que no se sabe a ciencia cierta es si hay alguien intentando "limpiar" el camino. O al menos, si lo hay le sale mal de narices. Si al menos nos dieran unos zancos bien altos intentaríamos hacer malabarismos (¡que ya somos casi todos expertos!) para llegar, más o menos enteros. Pero ni por esas. Que no hay ni para madera. Hablando de materia prima, ésto tiene tela. Una tela, que por cierto, nos costará más. Y cobraremos menos, o igual, o no cobraremos. Pero más, nunca. De momento. Menos mal que ahí está Dios, siempre dispuesto a echarnos un cable. Perdón, ahora creo que lo que echa es cuerda, que no hay presupuesto. Espero que nadie la use para ponérsela al cuello. Tranquilos. Que de todo se sale, tarde o temprano. Pero ya estamos tardando demasiado. ¿Y si nos convertimos todos a los principios de la ciencia noética? Igual si nos sentamos en el suelo, rollo Na' vi , nos damos las manos y pensamos lo mismo, conseguimos cruzar el campo. El poder de la mente. No se. Es una idea. Como cualquier otra.


Plus: Gregg Braden, autor de algunos de los mejores libros que fusionan la espiritualidad y la ciencia. Vien a decir que hemos perdido el arte de orar. Oremos pues. Por probar, ¿verdad?

No hay comentarios:

Publicar un comentario